DIOSES ENAMORADOS 2- DIONISO
El primer y gran Amor del dios fue Ampelo... Era un joven hijo de un sátiro y una ninfa.
Una versión dice que Dioniso le regaló una vid que, colgada de un olmo, estaba cargada de uvas. Tratando de tomar un racimo, Ampelo se mató y el dios lo envió al cielo como la estrella Vendimidador (en la constelación de Virgo).
Pero hay otra versión mucho más bella, la da Norberto Calasso en “Las Bodas de Cadmo y Harmonía”, tomada de Nono:
Nos cuenta que Ampelo fue un bello joven a quien amo el dios más que a nadie. Solo con él compartía los juegos y la lucha; Dioniso, siempre lo dejaba vencer. Ampelo aprendía del dios, a vestir y a tratar familiarmente a las fieras. El dios le previno, “solo cuídate de los cuernos del toro”.
Dicen que Ampelo, solía tocar la flauta y lo hacia pésimamente, pero Dioniso lo alentaba porque, en tanto Ampelo tocaba, él se deleitaba mirándolo.
Pero la advertencia del dios le resultaba incomprensible. Un día encontró un toro sediento entre las rocas, el animal bebió y se dirigió hacia el joven. Ampelo, le acarició los cuernos y decidió montarlo... Desde arriba Selene lo veía todo y, celosa, vaya a saber por qué, le envió un tábano. El toro entonces comenzó a galopar, Ampelo ya no podía controlarlo. En la última sacudida el joven cayó al suelo. Se escuchó el ruido del cuello al romperse... el toro lo arrastró por un cuerno que se hundía en la carne. Dioniso lo descubrió ensangrentado, en el polvo. Los sátiros comenzaron los lamentos; Dioniso era un dios, no podía llorar y por ser inmortal no podía seguir a Ampelo al Hades. Dioniso lloraba por Ampelo, esto cambiaba su naturaleza y la naturaleza del mundo.
En ese momento, dicen, Las Horas se apresuraron a leer las tablas de Harmonía, donde estaban tallados los acontecimientos del mundo. Las Horas contemplaban la cuarta tabla... se veía a Ganímedes con una copa en la mano: Ampelo sé convertiría en vid.” Aquel que había aportado el llanto al dios que no llora aportaría también delicia al mundo. Entonces Dioniso se recuperó.”
La uva nació del bello cuerpo de Ampelo.” Ningún otro dios, ni siquiera Atenea con su sobrio olivo, tampoco Deméter con su pan tonificante, tenían en su poder algo que se aproximara a aquel licor. Era lo que justamente le faltaba a la vida, lo que la vida estaba esperando: la ebriedad.” (larevelacion.com)
Una historia más conocida es la de su descenso al Hades para rescatar a su madre Sémele, a la que ubicó entre las estrellas. Dioniso hizo el descenso desde un pozo del que se decía que no tenía fondo, ubicado en la costa de la Argólide, cerca del yacimiento prehistórico de Lerna (Plutarco, mor. 565 f-566a, Pausanias II 31, 2). Fue guiado por Prosimno o Polimno, quien pidió como recompensa ser su amante. Prosimno murió antes de que Dioniso pudiese acceder a esta petición, así que al satisfacer a su fantasma, Dioniso fabricó un falo con una rama de olivo y lo clavó en la tumba de Prosimno. Esta historia se narra completa sólo en fuentes cristianas (cuya intención era desacreditar la mitología pagana y, por ello, pueden no ser de confianza). Parece haber servido como explicación de los objetos secretos que eran revelados en los misterios dionisíacos (es.wikipedia.org)
"Quienes escribieron la Argólica explicaron que, cuando Líber, gracias a su padre, consiguió llevarse a su madre de los infiernos, mientras buscaba el modo de bajar, llegó al territorio de los argivos, ante la presencia de un tal Polihimno, un hombre digno de su época, que le mostró a Líber el camino de bajada tal y como había solicitado. Cuando vio que este joven sobresalía por encima del resto por su extraordinaria belleza corporal, le pidió que le diera como recompensa lo que pudiera sin ningún inconveniente. Como Líber estaba deseoso de encontrar a su madre, juró que, si lograba llevársela, haría lo que quisiera, en la medida en que un dios puede jurar a un hombre sin vergüenza; a cambio de esto, Polihimno le mostró la bajada."
Higinio: Astronomía (Akal, 2008)
traducción de Guadalupe Morcillo Expósito
"Sin embargo, ya son una vergüenza mundial los certámenes y los falos, que se realizan en honor de Dioniso, porque se han extendido de mala manera a toda la vida.
Dioniso, en efecto, anhelaba bajar hasta el Hades, pero ignoraba el camino. Un tal Prosimno prometió decírselo, pero no sin recompensa, recompensa que no era hermosa, aunque sí para el dios. La paga que se le pedía era el favor del amor. La petición le fue agradable al dios y le prometió concedérsela si regresaba. Confirmó su promesa con juramento.
Una vez informado, se alejó. Regresó de nuevo, pero no encontró a Prosimno (pues había muerto). Dioniso ofrece sacrificios expiatorios al amante y se lanza a la tumba lleno de lujuria. Corta una rama de higuera al azar y, dándole forma del miembro viril, se une a ella, para cumplir la promesa con el muerto."
Clemente de Alejandría: Protréptico
traducción de María Consolación Isart Hernández
(enbuscadeeros.blogspot.com)
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