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El hombro vendado
El hombro vendado
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Dijo haberse golpeado contra una pared o haberse caído.
Pero quizá fuera otra la causa
de su hombro herido y vendado.
Por un movimiento un tanto brusco,
al bajar de una repisa
unas fotos que quería mirar,
se soltó la venda y brotó un poco de sangre.
Le volví a vendar el hombro y despacio
le hice la cura porque no sufriera,
me agradó ver su sagre. Aquella
sagre era parte de mi amor.
Cuando se marchó, hallé en la silla
un jirón de la venda, ensangrentado,
un jirón para echarlo a la basura sin más;
y que yo me llevé a los labios,
y que retuve por un buen rato –
sangre del amor en mis labios.
Constantino Cavafis / Grecia
(trad.: Pedro Bádenas de la Peña)
Dijo haberse golpeado contra una pared o haberse caído.
Pero quizá fuera otra la causa
de su hombro herido y vendado.
Por un movimiento un tanto brusco,
al bajar de una repisa
unas fotos que quería mirar,
se soltó la venda y brotó un poco de sangre.
Le volví a vendar el hombro y despacio
le hice la cura porque no sufriera,
me agradó ver su sagre. Aquella
sagre era parte de mi amor.
Cuando se marchó, hallé en la silla
un jirón de la venda, ensangrentado,
un jirón para echarlo a la basura sin más;
y que yo me llevé a los labios,
y que retuve por un buen rato –
sangre del amor en mis labios.
Constantino Cavafis / Grecia
(trad.: Pedro Bádenas de la Peña)
2 σχόλια:
gracias por el poema.
saludos.
Cavafis, el grande
LUIS ANTONIO DE VILLENA (elmundo.com)
Constantino Petros Cavafis murió en el Hospital Griego de Alejandría el 29 de abril de 1933. Hacía días tan sólo que había cumplido los 70 años. Otros 70 acaban de cumplirse de esa muerte y, aunque la cifra no es de las del todo redondas, Grecia lo ha celebrado, con simposios y ediciones. (Aunque normal no deja de ser curioso, pues Cavafis, en tanto que alejandrino, se sintió más heleno que griego, o sea, perteneciente a una nacionalidad cultural que el actual Estado griego tuvo que reducir por razones históricas...).Como sea esta pequeña efeméride se ha visto, quizá casualmente, reflejada en España por la primera reedición de la Poesía completa de Cavafis (Alianza), en la versión de Pedro Bádenas de la Peña, probado helenista, en un tomo que viene reeditándose -y ampliándose- desde 1982.
Esta nueva edición con poemas en prosa, traducción de las traducciones que hizo Cavafis (algunas tan ocasionales como el poema Vano amor, de una tal Lady Barnard) y, sobre todo, los poemas inconclusos, con más de una sorpresa -poemas generalmente terminados, pero no corregidos o pulidos- parece, acaso definitivamente ya, cuanto puede ofrecerse al lector cavafiano. Trescientos cinco poemas en total, en lugar de sólo los famosos 154 que el poeta seleccionó como su obra canónica.
¿Por qué volvemos a Cavafis? Porque, sin duda ninguna, es uno de los grandes poetas del siglo XX. Un poeta esencial que, siguiendo sus impulsos anímicos y vitales, haciendo lo que creía íntimamente que tenía que hacer, unió en su escritura la tradición y la moral de la Hélade alejandrina -aceptando esa tradición pudo Cavafis prestigiar y sostener su homosexualidad- con una evidente modernidad (no vanguardista) en la concepción y en la dicción del poema.
Marinetti (alejandrino también de nacimiento) dijo que Cavafis era un futurista, y lo fue más allá del sentido marinettiano.Auden o Valente lo entendieron bien. Muchos griegos creían -algunos lo siguen creyendo- que su gran poeta del siglo XX sería Seferis, heredero de Eliot. Se equivocaron (salva la calidad de Seferis); Cavafis es el gran poeta neogriego, heredero de Alejandría. Algunos de los Poemas inconclusos -lo más novedoso de esta edición- tratan del Cavafis homoerótico.
El mismo que producía ligero repelús en su traductora al francés y clara admiradora, Marguerite Yourcenar. ¿Repelús por homosexual, siendo ella lesbiana? No. Repelús -leve- y no sería Marguerite la única, porque Cavafis habla casi siempre de amores mercenarios, venales, algo por lo demás muy alejandrino. Véase el poema La noticia del diario.
Aunque sin duda dignísima y sin duda la más completa, la de Bádenas de la Peña es sólo una de las muchísimas versiones que hay al español de Cavafis, meritorias bastantes como la de Alvarez, Irigoyen o Silván Rodríguez. No nos podemos quejar. Y sin embargo -a mi gusto- falta aún un Cavafis definitivo. La versión (desde el griego moderno, y sin intermediarios, como usaron Valente o Alvarez) de un poeta acorde con el sentir, el mundo y la moral cavafianos. Está todo Cavafis en Bádenas -al que sólo cabe elogiar-, pero si tenemos el Cavafis de un filólogo, nos falta aún el Cavafis de un poeta cavafiano y además filoheleno.
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