24 Φεβρουαρίου 2009

ΑΡΧΑΙΑ ΕΛΛΗΝΙΚΗ ΓΛΥΠΤΙΚΗ 1

Image Hosted by ImageShack.us
.
Image Hosted by ImageShack.us Image Hosted by ImageShack.us
Image Hosted by ImageShack.us Image Hosted by ImageShack.us
Image Hosted by ImageShack.us
Image Hosted by ImageShack.us Image Hosted by ImageShack.us
Image Hosted by ImageShack.us Image Hosted by ImageShack.us

De la exposición “Praxíteles
en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas (2007)

19 Φεβρουαρίου 2009

ΕΡΩΤΕΣ 5. Ο ΕΡΩΤΟΧΤΥΠΗΜΕΝΟΣ ΙΠΠΟΘΑΛΗΣ

Image Hosted by ImageShack.us
Paul Freeman (Australia)
.
- ¿Quieres, pues, seguirnos (al gimnasio) –dijo- y ver así a los que están dentro?
- Primero me gustaría oír para qué es para lo que entro y quién es vuestro favorito.
- A unos les parece uno –dijo- y a otros otro, Sóctrates.
- Pero a ti, Hipotales, ¿quién? Dímelo.
Al ser preguntado así, se ruborizó y yo le dije:
- Oh Hipotales, hijo de Jerónimo, no tienes por qué decirme si estás o no enamorado de alguno. Porque bien sabes que no es que hayas empezado ahora a amar, y torpe como soy para la mayoría de las cosas, se me ha dado, supongo, por el dios, una cierta facilidad de conocer al que ama y al que es amado.
Oyendo todo esto, se ruborizó más aún.
Y Ctésipo añadió:
- No dejan de tener encanto el que te sonrojes, Hipotales, y ese recato en decirle a Sócrates el nombre. Pero, como se quede, aunque sea poco rato, contigo, te agotarás, Sócrates, al tener que oír continuamente el nombre en cuestión. A nosotros, al menos, nos ha dejado los oídos sordos y llenos de Lisis. Y si ocurre que ha bebido un poco, es fácil que cuando despertemos del sueño nos parezca oír todavía el dichoso nombre de Lisis. Y todo esto, cuando nos lo cuenta, aunque es terrible, no lo es demasiado, lo malo es cuando nos inunda con poemas y toda clase de escritos; y lo que ya es el colmo es cuando canta su amor con voz extraña, que a nosostros nos toca aguantar. ¡Y ahora, al ser preguntado por ti, se ruboriza!

Platón: Lisis en Diálogos I (Gredos, 1981)
Traducción: J. Calonge Ruiz, E. Lledó Íñigo, C. García Gual

14 Φεβρουαρίου 2009

ΑΡΧΑΙΟΙ ΕΛΛΗΝΕΣ ΛΥΡΙΚΟΙ 3

Image Hosted by ImageShack.us
Kim Hanson (EEUU)

Eros, de nuevo, bajo sus párpados azuloscuro,
me examina con ojos de lánguido mirar,
y con toda la clase de hechizos
a las inmensas redes de Cipris me lanza.
En verdad que tiemblo al verlo cerca,
como un caballo de carreras,
ganador de trofeos antaño,
que, pesaroso, bajo el carro veloz
se ve uncir para otro certamen.
.
Íbico de Regio (Fragm. 7D)

Alas a ti yo te he dado; con ellas el mar infinito
y toda la tietrra en un vuelo podrás recorrer
sin fatigas. En todo banquete y festejo presente
te hallarás, albergado en las bocas de muchos.
Y al son de las flautas de tonos agudos los jovenes
en rondas de amor, con bellas y suaves tonadas
te citarán. Y cuando a las cavernas de la oscura tierra
desciendas, a las lamentables mansiones del Hades
ni siquiera entonces, muriendo, te ha de faltar tu gloria,
sino que conservarás entre la gente tu nombre inmortal,
Cirno; y vas a viajar por la tierra de Grecia y las islas,
y a cruzar la incansable alta mar habitada por peces,
sin montarse a lomos de caballos, pues van a llevarte
Y para todos aquellos, incluso del mañana, que apreciesn el canto,
tu vivirás por igual, en tanto existan la tierra y el sol.
Y, sin embargo, de ti yo no recibo ni un poco de aprecio,
sino que, como a un niño pequeño, me enganas con cuentos
.
Teognis de Magnesia (Vv. 237-54)

Traducciones: Carlos García Gual
Antología de la literatura griega (ss. VIII a.C. –IV d.C.) [Alianza Editorial, 1995]

9 Φεβρουαρίου 2009

ΠΙΝΔΑΡΟΣ 2. ΕΓΚΩΜΙΟ ΤΟΥ ΘΕΟΞΕΝΟΥ ΤΟΥ ΤΕΝΕΔΙΟΥ

Image Hosted by ImageShack.us

Píndaro: Encomio de Teóxeno de Ténedos

En la ocasión justa debiste los frutos de amor recoger,
oh corazon, en el tiempo de tu juventud.
Mas quien, mirando los rayos que fulgen en los ojos
de Teóxeno, no siente el oleaje del deseo amoroso
en su alma, tiene forjado de bronce o de hierro
su negro corazón, en la llama de una frígida fragua,
desamparado de Afrodita, la de vivaces párpados.
O acaso se tortura de modo brutal en su afán de riquezas
o tras la femenina devergüenza azacanea su alma
con esfuerzo servil toda su ruta. Pero yo,
cual devorado por la honda pasión, como la cera
de las santas abejas me derrito, cuando veo
el frescor de la adolescencia en los miembros de los muchachos.
Así, ahora habitan en Tenedos la Persuasión y la Gracia,
que acompañan al hijo de Agesilao.

Traducción: Carlos García Gual
Antología de la literatura griega ( ss VII a.C.. – iv d.C.) [Alianza Editorial, 1995]
.
(*) Según la leyenda Teóxeno fue el último amor efébico de Píndaro, y la persona en cuyos brazos falleció el poeta.

4 Φεβρουαρίου 2009

ΠΙΝΔΑΡΟΣ 1. ΟΛΥΜΠΙΟΝΙΚΟΙ

Image Hosted by ImageShack.us
.
Olímpica X
A HAGESIDAMO, LOCRO EPIZEFIRIO,
VENCEDOR EN EL PUGILATO INFANTIL


(...) Hagesidamo, cuando un hombre que ha realizado hermosas gestas llega a la morada de Hades con sus aspiraciones frustradas, sin que canto alguno lo celebre, procura parvo deleite a su fatiga. En cambio derraman sobre ti su canto la dulcísona lira y la flauta melodiosa y velan por tu inmensa gloria las Piérides, hijas de Zeus.
Y yo, con ellas he emprendido entusiásticamente la tarea, vengo a abrazar al ilustre pueblo de los locros y a bañar de miel su ciudad de nobles varones. Ensalzo al amable hijo de Arquéstrato, al que vi la fuerza de su mano, hermoso de cuerpo y pletórico de una mocedad como la que antaño librara a Ganimedes de la muerte inexorable con la ayuda de la diosa nacida en Chipre.

Píndaro: Epinicios (Alianza Editorial, 1984)
Traducción: Pedro Bádenas de la Peña – Alberto Bernabé Pajares
Related Posts with Thumbnails