14 Φεβρουαρίου 2011

ΑΧΙΛΛΕΑΣ ΚΑΙ ΠΑΤΡΟΚΛΟΣ 1

Jean Auguste Dominique Ingres (1801): Aquiles recibiendo los embajadores de Agamenón
Aquiles, llevado por la ira, abandona la guerra. Agamenón envía unos embajadores (Fénix, Ayante y Ulises) para convencerlo de que vuelva. Aquiles está sentado. A su lado, de pie, está Patroclo. Fénix es el anciano; Ayante, el guerrero fornido; y Ulises el de la túnica roja
.
Homero describe en la Ilíada amistades masculinas de intensidad afectiva tan fuerte para hacer pensar inevitablemente en lazos muy distintos de una simple solidaridad entre compañeros de armas: y la amistad que en este punto es casi obligado citar es la existente entre Aquiles y Patroclo. Una relación tan fuerte como para hacer que Aquiles, tras la muerte de Patroclo, declare tener un solo objetivo en la vida: tras haber vengado a su amigo, yacer con él en la misma fosa, para siempre, unido a él en la muerte como lo estaba en la vida. Una relación, entonces, bastante diferente de la que Aquiles había tenido con Briseida, la esclava-concubina que Agamenón le había arrebatado cuando se había visto privado de su esclava Criseida. Las esclavas eran compañeras intercambiables, como demuestra el gesto de Agamenón, que se consuela inmediatamente, sustituyéndola por otra, de la pérdida de Criseida. El lazo de Aquiles con Patroclo, por el contrario, era insustituible: y no es poco significativo, a este propósito, el discurso de Tetis, la madre de héroe, dirigido al hijo desesperado e inconsolable: Aquiles, dice Tetis, debe continbuar viviendo, y olvidando Patroclo, debe tomar esposa, «como debe ser».

Eva Cantarella: Según natura. La bisexualidad en el mundo antiguo (Akal, 1991)

Se puede leer también:

Los griegos transportan el cadáver de Patroclo despojado de las armas
Atenea defiende a Aquiles frente a Héctor, apoyado por Apolo

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